Fiebre en niños: qué pasa el verano, algunos mitos y cuándo medicarlos

Niño con fiebre
24 octubre, 2023

Muchos padres y madres saben que la fiebre de por sí no es mala, sino apenas un síntoma que están anunciando otros problemas. No obstante, algunos cuidadores se preocupan en demasía cuando la niña o niño levanta temperatura y buscan bajarla a toda costa. ¿Qué hay que hacer con un niño febril? ¿Cuándo hay que medicarlos? ¿Cuándo consultar al médico?

Primero debemos determinar cuándo un niño tiene fiebre. Muchos padres y madres conocen a sus hijos y saben cuándo se sienten mal sin utilizar el termómetro. Sin embargo, los expertos recomiendan controlar la temperatura con estos dispositivos. Se considera fiebre a la temperatura corporal igual o mayor a 38°C.

El segundo paso es comprender que la fiebre no es un problema de salud. Es un síntoma que está anunciando una patología, generalmente una inflamación.

Otros síntomas que acompañan la fiebre

Es importante estar atentos a otros síntomas que pueden aparecer luego de la fiebre. Vanesa Castellano, pediatra del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez de Buenos Aires, explica que es importante acudir a la consulta en caso de que la fiebre persista varios días o sea elevada, y que el niño se encuentre con un cuadro de mal estado general, agitación, manchas en la piel, rechazo al alimento o irritabilidad, vómitos, entre otros síntomas.

Un virus es la causa más común de la fiebre. Ese cuadro habitualmente cede en pocos días por acción de las propias defensas del niño. Aunque también puede ser generada por una enfermedad moderada o grave: otitis, infección urinaria, neumonía, meningitis, etc. La consulta al pediatra es muy importante para poder diagnosticar estos cuadros y tratarlos a tiempo.

Golpe de calor y fiebre en verano

Mientras que en invierno puede haber algún cuadro bacteriano que esté provocando fiebre, en verano la fiebre por infección se debe en su mayoría a virus, que no requieren antibióticos. Estas infecciones virales de verano pueden ir acompañadas de diarrea u otros síntomas estomacales, o bien de infecciones en la piel. Son patologías que ceden en algunos días.

Sin embargo, un cuadro febril peligroso en verano es el golpe de calor. En este caso el niño suele tener fiebre alta (más de 40°C) y la piel caliente y enrojecida. El golpe de calor puede causar aturdimiento, coma o estado de shock. Puede ser mortal.

En el verano también se dan casos de “agotamiento por calor”. A diferencia del golpe de calor, en el que el niño no transpira, en este caso uno de los síntomas es el sudor abundante, acompañado de palidez y náuseas. La fiebre no es el principal síntoma. El mejor tratamiento es la hidratación y el descanso en un lugar fresco.

Cuándo administrar un antitérmico

“En muchas ocasiones la fiebre se acompaña de malestar y a menudo es necesario utilizar antitérmicos para mejorar el estado general y así permitir la adecuada hidratación, el sueño y evaluar al niño o niña adecuadamente”, asegura Catellano.

La especialista agrega que para el uso del antitérmico es importante seguir las dosis adecuadas y las recomendaciones del pediatra.

Y luego realiza otra aclaración: “La mayoría de los antitérmicos orales son efectivos para bajar la fiebre. Pero es importante reconocer que el efecto no es inmediato y no es el objetivo alcanzar temperaturas normales, sino mejorar el estado general”.

En tanto, desde la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) recomiendan no alternar o combinar medicamentos diferentes sin consultar con el pediatra, ya que podría terminar en una intoxicación. Además, hay que evitar el uso de antifebriles en menores de 6 meses. https://www.sap.org.ar/comunidad-novedad.php?codigo=30

Otras medidas caseras para bajar la fiebre

Castellanos detalla que junto con el antitérmico se deben implementar otras medidas como mantener la hidratación y la lactancia. También vestir al niño con ropa ligera y transpirable, y facilitarles un buen descanso.

No se recomiendan los baños de agua fría porque pueden causar malestar debido a las diferencias térmicas que provocan en el cuerpo. Tampoco los paños con alcohol porque pueden ser tóxicos. Los paños tibios en la frente sí pueden aliviar la sensación que genera el cuadro de malestar general.

Cuando consultar al médico si el niño tiene fiebre

Desde la SAP, recomiendan consultar con urgencia al médico cuando el niño tiene fiebre y además cumple con alguno de los siguientes requisitos:

  • Tiene menos de 2 meses de vida.
  • Llora en forma inconsolable.
  • Está muy dormido y/o cuesta despertarlo.
  • Tiene dificultad para respirar y se encuentra agitado.
  • Parece muy enfermo y no se lo ve bien.
  • Tiene alguna enfermedad que disminuye sus defensas.
  • Tiene manchas o puntos rojos en la piel que no desaparecen al hacer presión sobre ellos.

Mitos sobre la fiebre

Finalmente, hay algunos mitos sobre la fiebre que no son reales y que es importante conocerlos para tranquilizar a los cuidadores:

  • La fiebre no es mala para la salud. Lo más importante es estar atentos al estado general del niño, más que a la temperatura corporal.
  • La fiebre no daña los órganos. Pero cuando la temperatura es muy alta puede conducir a la deshidratación, es por ello que ofrecer líquidos es una medida importante.
  • Ni la fiebre ni las convulsiones febriles dañan el cerebro, tampoco provocan epilepsia ni generan secuelas.
  • El objetivo del tratamiento con antitérmicos es mejorar el estado general, pero no curar la patología de fondo.
Por Lucas Viano @LucasViano
REDACCIÓN PENSAR SALUD
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