Más allá de la voluntad: tratamientos para dejar de fumar

mujer con brazos abiertos al aire libre
18 noviembre, 2020

Nunca es tarde y los beneficios de abandonar el hábito son invaluables. Es común que muchas personas tengan la voluntad para dejar de fumar pero con eso sólo, a veces, no alcanza. En nuestro país hay varios tratamientos disponibles que duplican las chances de terminar con el cigarrillo y equipos de profesionales preparados para acompañar el proceso.

Tanto en hospitales como en centros de salud hay programas llevados adelante por profesionales que abordan un enfoque al que llaman multicomponente. Este tipo de tratamientos no se basa sólo en suministrar medicamentos, sino también orientar a los pacientes en el cambio de conductas y acompañarlos.

En algunos casos los profesionales indican la utilización de reemplazos de nicotina que se hallan disponibles en distintas formas: parches, chicles, comprimidos, inhaladores nasales. En otros pacientes recurren a recomendar medicaciones como el bupropion o vareniclina, fármacos con propiedades psicoestimulantes que cuyos efectos han sido útiles en tratamientos antitabaco.

Ninguno de estos fármacos producen adicción, es decir no se cambia un hábito adictivo por otro, y el tratamiento no suele durar más de tres meses. Al igual que todas las medicaciones, tiene efectos adversos por lo que siempre es necesario que sean suministradas por un médico.

Pedir ayuda es una salida

Fumar cigarrillos es una conducta adictiva y dejar de hacerlo puede generar síntomas de abstinencia. El fumador que toma la decisión de abandonar el tabaco pierde sensaciones placenteras producidas por la nicotina y también puede presentar ánimo depresivo, insomnio o somnolencia, irritabilidad, cansancio, ansiedad, dificultad para concentrarse, aumento del apetito, necesidad urgente de fumar, cefalea, estreñimiento.

Es por eso que cuando el deseo de fumar es muy grande, lo recomendable es pedir ayuda y acudir a una terapia para que un profesional idóneo acompañe y contenga.

Hay una terapia adecuada para cada tipo de fumador, son seguras y pueden ser recomendadas hasta para pacientes con alguna dificultad respiratoria o cardíaca.

Distintos métodos para no fumar más

  • Chicle de nicotina. Contiene nicotina en la goma de mascar que permite su liberación con la masticación. El chicle no previene los síntomas de abstinencia, sino que los reduce. Puede aumentar al doble las chances de dejar de fumar. El tratamiento suele durar de tres a seis meses.
  • Comprimidos. Las pastillas de nicotina liberan nicotina lentamente a la saliva en la boca. Funcionan de manera similar al chicle. Debe ser absorbida en la boca y no tragarse.
  • Parches transdérmicos. Envían nicotina a la sangre mediante un parche colocado en la piel. El parche puede ser más efectivo que el chicle o los comprimidos de nicotina. Suelen ser tratamientos que van de cuatro a seis semanas.
  • Spray nasal de nicotina. Libera una solución liquida de nicotina a la nariz. A diferencia del parche y el chicle, produce una elevación rápida de concentración de nicotina en la sangre más parecida a los que se ven cuando se fuma un cigarrillo. De todas maneras, la irritación nasal es común, ocurriendo en un 94% de las personas en los primeros dos días de uso, y un 81% luego de las tres semanas de tratamiento.
  • Bupropion. Es un medicamento antidepresivo que resultó exitoso en pacientes que dejaron de fumar. El tratamiento dura usualmente de 8 a 12 semanas. Tiene algunos efectos secundarios y no es recomendado en personas con historia de convulsiones, trauma cefálico, alcoholismo, anorexia nerviosa o bulimia.
  • Vareniclina. Es un ansiolítico que reduce los síntomas de abstinencia por interactuar con los receptores de nicotina que se encuentran en el cerebro. Está contraindicado en pacientes con enfermedades psiquiátricas.

Tratamientos y recursos online

En Internet existen algunas herramientas gratuitas para abandonar la dependencia al cigarrillo.

  • La Unión Antitabáquica Argentina «UATA» es una asociación civil que ofrece tratamientos individuales y grupales mediante sesiones online. Para anotarse o pedir información, escribir un mail a masvidasinfumar@gmail.com.
  • La Asociación Argentina de Tabacología (ASAT) ofrece charlas, guías y talleres para abandonar el cigarrillo. También un listado de profesionales a los que se puede contactar y pedir asistencia gratuita.
  • El Ministerio de Salud de la Nación cuenta con una línea gratuita para dejar de fumar: 0800-999-3040. Telefónicamente personal capacitado ayuda a los fumadores en el proceso de terminar con el consumo de tabaco. También contiene guías y estudios que pueden resultar muy útiles.
  • TABACOFF es una propuesta española (del Gobierno La Rioja) que incluye seis etapas a través de las cuales se tienen que superar  pruebas, seguir pistas, indicaciones y reglas para dejar de fumar. Sólo hay que registrarse con un usuario, contraseña y dejar un mail para recibir toda la información.

Los beneficios de abandonar el cigarrillo

No importa qué edad se tenga, siempre es un buen momento para dejar de fumar. Se estima que si una persona abandona antes de los 40 años, el riesgo de morir de una enfermedad vinculada al tabaco disminuye en un 90 por ciento.

Apenas 20 minutos después de fumar por última vez, recuperaremos una presión arterial y un pulso normales. Por otro lado, los niveles de monóxido de carbono presentes en nuestra sangre regresarán a la normalidad solo 12 horas después. Transcurridas dos o tres semanas, nuestra función pulmonar mejorará grandemente, como también nuestra circulación sanguínea.

REDACCIÓN PENSAR SALUD

redaccion@pensarsalud.com.ar

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Tags: cigarrillo electrónico | tabaco | Tabaquismo

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