Más del 40% de las mujeres embarazadas padece incontinencia urinaria

31 enero, 2023

La pérdida de la capacidad para retener la orina es un síntoma más frecuente de lo que se cree en las mujeres, especialmente durante y después del embarazo. Los músculos del llamado “piso pélvico” suelen sufrir presión por el peso del bebé y pueden debilitarse después del parto, causando dificultades en la vejiga. También los cambios hormonales pueden influir en la incontinencia femenina.

Incontinencia urinaria durante el embarazo: un problema de muchas

Más del 40% de las mujeres embarazadas padece de incontinencia urinaria, según distintos estudios. La mayoría la experimentan como pequeñas pérdidas de orina al toser o estornudar, un problema que les genera incomodidad y vergüenza y se conoce como “incontinencia por estrés”. Otras mujeres sienten repentina urgencia para ir al baño –“incontinencia por urgencia”-, lo que les afecta el sueño y sus actividades cotidianas, incluyendo el salir de sus hogares. Otras sufren incontinencias mixtas, con impulsos constantes de correr al baño y pérdidas de orina diarias.

Entre los factores que aumentan el riesgo de padecer pérdidas diarias de orina durante el embarazo o inmediatamente después del parto, se destacan:

  • Antecedentes de incontinencia urinaria o enuresis infantil
  • Antecedentes de infecciones urinarias
  • Edad del primer parto
  • Número de partos previos
  • Semana de gestación: la incontinencia es más frecuente en el tercer trimestre y después del parto.

Los ejercicios del Método Kegel

Los especialistas recomiendan realizar ejercicios específicos para fortalecer los músculos que sostienen el útero y la vejiga, a partir de la semana 16 de gestación. Estos ejercicios, conocidos como “método Kegel”, entrenan la apertura y cierre del esfínter urinario. Se recomienda practicar la contracción y relajación de los músculos pélvicos durante 5 a 10 segundos, unas cinco veces por día, durante el embarazo para prevenir que la incontinencia se prolongue en el post-parto.

En general, la incontinencia se revierte entre 3 y 6 meses después del parto vaginal. Si la pérdida de orina continúa, es preciso consultar a un médico para evaluar si existe un prolapso, es decir, si ciertos órganos abdominales han descendido hasta el piso pélvico y requieren una cirugía para volverlos a su lugar.

Tips para reducir la incontinencia

La orina se produce en los riñones y se almacena en la vejiga. La orina se desplaza por un conducto conocido como “uretra”, que está rodeado de músculos que forman un esfínter que se abre y se cierra de acuerdo a ciertas contracciones nerviosas.

Los órganos vesicales, junto con los reproductivos y el intestino, se apoyan sobre los músculos bajos de la pelvis y se entrenan durante la primera infancia. Cuando los músculos del piso pélvico se relajan involuntariamente, se produce incontinencia. Como la uretra es más corta en las mujeres que en los hombres y el peso del embarazo se lleva en el abdomen femenino, la incontinencia suele afectar más a ellas que a ellos.

Aunque se ha asociado al café y también a los edulcorantes con mayor probabilidad de padecer incontinencia urinaria, un reciente estudio desestimó que los endulzantes artificiales o las bebidas “diet” tengan algo que ver con la pérdida de control urinario. En cambio, los especialistas siguen recomendando no ingerir bebidas cafeinadas, especialmente durante la noche.

Evitar el alcohol y las bebidas gasificadas puede ayudar a prevenir la pérdida de orina, señalan los urólogos y obstetras. Los especialistas también aconsejan llevar un “diario” de las pérdidas de orina, para ir aumentando cada vez más el tiempo entre una descarga y otra en forma consciente. Finalmente, recomiendan comer fibras para evitar la constipación, que ejerce presión sobre la vejiga y provoca escapes de orina, además de disminuir siempre el sobrepeso.

Nuevos tratamientos

La vejiga se entrena, aseguran los especialistas. Sin embargo, hay casos en que factores psicológicos u orgánicos requieren una intervención profesional prolongada. Entre los nuevos tratamientos que se han desarrollado para la incontinencia urinaria, figuran:

  • Botox: varias inyecciones de toxina botulínica pueden evitar la hipercontracción de la vejiga y ayudar a que se relaje o contraiga normalmente.
  • Estimulación nerviosa: existen dispositivos semejantes a los marcapasos cardíacos que se colocan debajo de la piel del abdomen y emiten pulsos que estimulan el nervio sacro, que regula la contracción de la vejiga.
  • Catéter urinario: para quienes no evacúan completamente su vejiga, existen catéteres que pueden ser insertados por el propio paciente. El médico enseña a utilizarlos en el hogar.
  • Medicación: hay distintas drogas (mirabregon, alfa-bloqueantes, anticolinérgicos) que pueden ayudar a controlar los esfínteres.
  • Esfínter urinario artificial: se coloca especialmente en hombres que han perdido la próstata, pero también puede usarse en mujeres.

Además de durante el embarazo, la incontinencia urinaria también se presenta durante la menopausia, debido a la falta de estrógenos y la pérdida de fuerza muscular. Algunas atletas, gimnastas y bailarinas también experimentan incontinencia a lo largo de su vida.

REDACCIÓN PENSAR SALUD
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