Cómo evitar los 12 ingredientes más tóxicos de la industria de la belleza

cosméticos tóxicos
9 agosto, 2022

Jabón, pasta de diente, champú, desodorante, cremas y maquillaje. Un cálculo conservador estima que una persona utiliza al menos cinco cosméticos por día. Y cada uno de ellos tiene entre 15 y 20 ingredientes. Por lo que estamos colocando en nuestra piel hasta 100 sustancias químicas. Muchas de ellas han demostrado ser peligrosas para la salud y la biodiversidad. La respuesta a este problema es la biocosmética, cosmética sustentable o también llamada “clean beauty”. Se trata de evitar los tóxicos en los cosméticos y reemplazarlos por productos naturales o menos dañinos.

Los ingredientes más peligrosos

Uno de los problemas de la industria es el uso de sustancias sintéticas. La fundación canadiense David Suzuki concientiza sobre temas ambientales basados en la evidencia científica. Para eso, elaboró una lista de los 12 ingredientes cosméticos más “sucios” a evitar:

1. BHA (butilhidroxianisol) y BHT (butilhidroxitolueno)

En labiales y cremas humectantes. Puede provocar reacciones alérgicas y es un posible cancerígeno y disruptor endócrino. Es tóxico para ambientes acuáticos.

2. P-fenilendiamina y colorantes (“CI”, seguidos cinco dígitos)

En tinturas para el cabello. Están compuestos por metales pesados y aluminio, que son neurotóxicos. Muy tóxico para los ambientes acuáticos.

3. Ftalato de dibutilo (DBP)

Presente en productos para las uñas. Afecta el sistema reproductor y la fertilidad porque es un presunto disruptor endocrino. Muy tóxico para los organismos acuáticos.

4. Formaldehídos

Como conservantes en varios cosméticos. Es un probado cancerígeno. Ingresa al organismo por inhalación o absorbido por la piel.

5. Parabenos

Son los conservantes más utilizados en cosmética. Penetran fácilmente en la piel e interfieren en la función hormonal e imitan al estrógeno. Se los asocia al cáncer de mama. Diariamente una mujer está expuesta a 50 miligramos diarios de estas sustancias.

6. Dietanolamina (DEA) y derivados

En jabones, champús y cremas. Provocan irritación cutánea y ocular. Considerados nocivos por la Unión Europea en exposiciones prolongadas o en altas dosis. Pueden provocar toxicidad aguda en otros seres vivos y se bioacumulan.

7. Fragancias

Se utilizan unas 3.000 sustancias químicas como fragancias y las formulaciones son secretas por lo que no figuran en la etiqueta. Pueden provocar irritación, alergia, migrañas y síntomas parecidos al asma. Los almizcles sintéticos se bioacumulan en el tejido de animales.

8. Polietilenglicoles (PEG)

Son espesantes presentes en las cremas. Algunos son cancerígenos o probables cancerígenos y disruptores nerviosos. No se los recomienda para pieles dañadas.

9. Petrolato (vaselina)

En cremas hidratantes y productos para el cabello. Puede tener hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP), que son sustancias cancerígenas, además de irritantes y alérgicas.

10. Siloxanos (en la etiqueta figuran como D4, D5, D6 o ciclometicona)

En productos capilares, cremas desodorantes y tratamientos faciales. Son tóxicos, persistentes y tienen el potencial de bioacumularse en los organismos acuáticos. Son disruptores endócrinos.

11. Lauril sulfato de sodio (SLES)

Detergente y espumante presente en champús, geles de ducha y limpiadores faciales. Puede estar contaminado con otras sustancias cancerígenas y nocivas para el sistema nervioso. Puede irritar la piel y los ojos.

12. Triclosán

En desodorantes, desinfectantes de mano y pañuelos antibacterianos. Se sospecha que interfiere en la función hormonal. En EE.UU. fue detectado en la orina de casi el 75% de las personas analizadas. Irritante para la piel y los ojos. Muy tóxico para los organismos acuáticos y persistente en el ambiente.

Cosméticos sustentables

Cosméticos sustentables

Cosméticos tóxicos: dañan el ambiente

A la presencia de sustancias tóxicas, la industria cosmética suma otros problemas ambientales. Entre ellos:

  • Microplásticos. Presentes especialmente en pastas de dientes. Una ley argentina prohíbe la venta de productos que los contengan a partir de 2023.
  • Envases. La industria cosmética se caracteriza por un packaging muy sofisticado y que incluye varios materiales difíciles de reciclar, como botellas de plástico y vidrio, cartones plastificados o aluminizados
  • Pruebas en animales. Otro aspecto criticado de esta industria es que prueban sus productos en animales como conejos, ratas y perros. En Europa, México, Colombia y algunos estados de Brasil está prohibido. En Argentina reclaman una ley similar desde hace años

Biocosmética o cosmética sustentable: ¿es realmente una opción?

La biocosmética y el movimiento “clean beauty” busca reemplazar los ingredientes sintéticos y derivados del petróleo por productos naturales, especialmente de origen vegetal.

No obstante, una revisión exhaustiva sobre esta tendencia en la industria plantea algunas dificultades de la cosmética sustentable como la lentitud y altos costos en la producción de estos ingredientes naturales; la corta duración de los productos y las opciones limitadas en tinturas naturales.

Además, señala que hay que revisar toda la cadena de producción y de suministros de materia prima que hay detrás de estos biocosméticos. La realidad es que tampoco hay un estándar internacional para etiquetar como sustentable a un producto cosmético.

Y, a veces, las «etiquetas ecológicas» son solo estrategias de marketing sin una verdadero procesos sustentable detrás, señala el trabajo. “Las empresas de cosméticos se autorregulan desde hace más de un siglo y han disfrutado del suficiente lujo de autocontrol y de una normativa débil. Pero ahora hay que abordar los problemas de seguridad y aplicar una normativa igual a la de los medicamentos”, sugieren los autores.

Y apunta que el primer paso es un consumidor bien informado y preocupado por el origen, la seguridad, el ambiente y la sostenibilidad.

Guía para elegir cosméticos más sustentables

Algunas orientaciones para detectar cosméticos más amigables con la piel y el ambiente son:

  • Buscar las etiquetas y logos “cruelty free” o “no tested on animals” para asegurarse que no se utilizaron animales para probar el producto.
  • Evitar los 12 ingredientes más tóxicos. La etiqueta del cosmético tienen un listado de ingredientes que van de mayor a menor cantidad. Hay que evitar los químicos más tóxicos como los 12 ingredientes más “sucios” mencionados más arriba.
  • Menos packaging. Comprar productos con el menor packaging posible y/o con empaque realizados con materiales sustentables, biodegradables o reciclados.
  • Productos sólidos o con recarga. Siempre es mejor utilizar productos que ofrezcan la posibilidad de recargar el envase con un repuesto. Los jabones, champús, desodorantes, cremas y perfumes sólidos utilizan envases con menos impacto en el ambiente.
Por Lucas Viano @LucasViano
REDACCIÓN PENSAR SALUD
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