El mundo desperdicia un tercio de los alimentos que produce

desperdicios de alimentos
12 diciembre, 2018

Cada año se producen en el mundo 1300 millones de toneladas de alimentos aunque 1/3 de esa producción nunca será consumida, sino que será desechada a lo largo de las cadenas de producción, transformación, distribución y consumo. Los desperdicios se deben a la decisión de desechar alimentos con valor alimentario motivada en el comportamiento de selección de mayoristas, minoristas, servicios de alimentación al público y de los mismos consumidores.

La situación es aún más grave cuando se la contrasta con el hecho de que unos 800 millones de personas en el mundo sufren malnutrición extrema. La ética social queda expuesta y en tela de juicio cuando «Tras los datos de malnutrición, aparecen dramas como la muerte prematura infantil, el deficiente desarrollo físico y mental de la juventud e incluso el fallecimiento por hambre de no pocos adultos.» [¿ Del consumo sostenible a una economía circular? Luis González Vaqué en Revista Cesco de Derecho de Consumo nº17/2016]

Luego de que la FAO presentara una iniciativa mundial sobre este problema en 2011, numerosas investigaciones han demostrado que las pérdidas y el desperdicio de alimentos son un obstáculo para la seguridad alimentaria, la economía y además tienen un gran impacto sobre el ambiente. Esto sucede porque al producir alimentos que no se consumen, se desecha agua, suelo, energía, mano de obra, combustibles y dinero.

Desperdicio desigual

Alrededor de un tercio de los alimentos producidos en el mundo para el consumo humano (aproximadamente 1 300 millones de toneladas anuales) se pierde o desperdicia. Este desperdicio ascienden a aproximadamente 680 000 millones USD en los países industrializados y a 310000 millones USD en los países en desarrollo. Cada año, los consumidores de los países ricos desperdician casi tantos alimentos (222 millones de toneladas) como la producción de alimentos neta total del África subsahariana (230 millones de toneladas).

El desperdicio per cápita de alimentos por consumidor es de 95 a 115 kg/año en Europa y América del Norte, mientras que en el África subsahariana y en Asia meridional y sudoriental esta cifra representa solo de 6 a 11 kg/año. Por otro lado, la producción per cápita total para el consumo humano es de aproximadamente 900 kg en los países ricos, casi el doble de los 460 kg producidos en las regiones más pobres.

Con los alimentos que actualmente se pierden o desperdician en América Latina se podría alimentar a 300 millones de personas,  a 200 millones en Europa y 300 millones en África. Incluso si solo se evitara un cuarto de las pérdidas y el desperdicio de alimentos de hoy en día, sería suficiente para alimentar a 870 millones de personas hambrientas en todo el mundo.

Otros hallazgos clave

Las pérdidas y el desperdicio de alimentos también provocan un importante derroche de recursos como agua, tierra, energía, mano de obra y capital y producen emisiones de gases de efecto invernadero innecesarias, contribuyendo así al calentamiento global y al cambio climático.

Se señala una falta de coordinación entre los actores de la cadena de suministro como un factor añadido. Los acuerdos entre agricultores y compradores pueden ayudar a aumentar el nivel de coordinación. Otras medidas para reducir el desperdicio radican en sensibilizar a industrias, comercios minoristas y consumidores. Además, en encontrar usos beneficiosos para los alimentos que actualmente se tiran.

La cantidad de alimentos que se desperdician cada año equivale a más de la mitad de los cultivos de cereales anuales del mundo (2 300 millones de toneladas en 2009/10). Y las tasas más altas de desperdicio se concentran en los grupos de frutas y hortalizas y raíces y tubérculos.

Países en desarrollo vs países con altos ingresos

Los países industrializados y en desarrollo desperdician aproximadamente la misma cantidad de alimentos (670 y 630 millones de toneladas, respectivamente).

El los países en desarrollo, el desperdicio de alimento ocurre principalmente en las primeras etapas de la cadena de valor de alimentos. También pueden tener su origen en restricciones técnicas, financieras y de gestión tanto de las técnicas de recolección como de las instalaciones de almacenamiento y refrigeración. El fortalecimiento de la cadena de suministro a través del apoyo directo de agricultores e inversores en infraestructura, transporte, así como en una expansión de la industria alimentaria y del envasado puede ayudar a reducir la cantidad de alimentos que se pierden o desperdician.

En los países de ingresos altos y medianos, las pérdidas y el desperdicio de alimentos se producen principalmente en las últimas etapas de la cadena de suministro. A diferencia de lo que ocurre en los países en desarrollo, el comportamiento de los consumidores desempeña un papel importantísimo en los países industrializados.

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Tags: consumo responsable | desperdicios

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