También cambió todo en el consultorio del dentista

dentista covid19
1 octubre, 2020

Visitar al dentista en tiempos de COVID-19 es notablemente distinto. Si bien el Ministerio de Salud de la Nación recomienda realizar una visita de control cada seis meses, la pandemia alteró esta rutina. Hoy, la atención odontológica en algunas ciudades de Argentina está solo destinada a urgencias, porque es una de las tareas médicas de mayor riesgo de contagio.

La rutina de cuidados para visitar al dentista es rigurosa y requiere de una atención activa en movimientos que antes se hacían de manera espontánea: cómo sentarse, cómo hacer buches, cómo controlar los brazos en la silla ontológica, qué hacer con el barbijo, entre otras.

Cada jurisdicción cuenta con disposiciones gubernamentales propias, vigentes para prestar el servicio de odontología, de acuerdo a la Fase que estén transcurriendo. Lo que, por cierto, es extremadamente dinámico.

Si bien es real que en varios municipios y provincias la atención odontológica programada -preventiva y para seguimiento de enfermedades crónicas- ya está habilitada, el problema es mucho más complejo.

Cómo prepararse para asistir al dentista

Antes de concretar la visita, el paciente debe responder un cuestionario previo para descartar que esté padeciendo algún síntoma vinculado al COVID-19 y cumplir con el instructivo que le envíe el odontólogo por correo electrónico o mensajería instantánea. Entre las recomendaciones, se indica:

  • Cepillarse los dientes previamente
  • Asistir al consultorio solo. Es decir, sin acompañante.
  • Ser puntual; el consultorio debe ventilarse e higienizarse después de cada paciente y es importante respetar los horarios
  • Evitar llevar bolsos o carteras, en caso contrario deberá dejarlos en un recipiente que tiene que estar dispuesto en el ingreso al consultorio
  • No usar anillos, collares ni cadenas, relojes
  • Concurrir con barbijo o tapaboca colocado (sólo se lo sacará cuando lo indique el profesional)
  • Recogerse el cabello

Una vez en el consultorio, el dentista debe vestir un ambo odontológico. En este tiempo de pandemia, también se indica que tiene que colocarse un camisolín, cofia, barbijo (preferentemente N95), gafas de protección, guantes de látex y pantalla facial de protección.

Protocolo para el paciente

Una vez en el consultorio, el paciente debe sanitizarse las manos con alcohol en gel, colocarse el camisolín, sentarse en el sillón sin tocar nada y quitarse el barbijo cuando el profesional lo indique.

Los pasos son rigurosos y requieren una atención activa en movimientos que antes se hacían de manera espontánea tales como:

  • Realizar un buche con una solución de agua oxigenada durante 30 segundos para disminuir la carga viral de la boca
  • Mantener los brazos a los costados para evitar el contacto con cualquier superficie
  • Si se necesita estornudar o toser, girar el cuerpo hacia el lado opuesto del profesional y cubrir la boca con el brazo según las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud
  • Cuando termine la atención, ponerse el barbijo y levantarse
  • Quitarse el camisolín
  • Lavarse las manos con agua y jabón o con alcohol en gel

¡El «kit» de la cuestión!

El atuendo que deben usar los profesionales de la salud hoy es similar al que se utiliza en las cirugías, un kit de bioseguridad. Los Elementos de Protección Personal (EPP) compuesto de botas de friselina, cofia, doble par de guantes, barbijo quirúrgico, antiparras, camisolín y máscaras faciales tipo «soldador» incrementaron considerablemente los costos de atención.

Debido al estrés o ansiedad que genera la pandemia aumentaron las consultas por bruxismo. Lo recomendable es realizar consultas remotas con el odontólogo para evitar una exposición presencial en el consultorio.

Además de los EPP hay que considerar que todos los insumos son de uso descartable. Los profesionales estiman que cada atención ronda un gasto que oscila entre los 1.500 y 2.000 pesos. Una parte de ese monto es cubierto por las prepagas y obras sociales, pero el resto corre por cuenta del profesional que muchas veces se ve obligado a trasladar el incremento al paciente.

Las entidades federadas, entre las que se encuentra la Asociación Odontológica Argentina, elevaron un pedido a las autoridades gubernamentales para afrontar la difícil situación que atraviesa el sector en este contexto de emergencia sanitaria decretada por el Gobierno Nacional por la pandemia de COVID-19. Muchas de ellas, aún se manifiestan en conflicto y algunos profesionales han desistido de prestar atención.

Consultas por bruxismo: ¿qué hacer?

El bruxismo es el hábito involuntario de personas que aprietan la mandíbula o hacen rechinar los dientes. Suele ocurrir durante la noche y se agrava en situaciones de estrés o ansiedad. También puede originarse por una dieta en la que abundan los azúcares o carbohidratos.

Por la pandemia, las consultas derivadas por bruxismo crecieron y, de no ser tratado a tiempo, puede originar serios daños en las piezas dentales y en los músculos faciales.

Para atenderlo se pueden realizar consultas remotas con el odontólogo. El uso de placas de bruxismo durante la noche ayuda a proteger los dientes. También se recomienda hacer actividad física para descargar tensiones y consumir alimentos saludables y de bajo tener graso.

REDACCIÓN PENSAR SALUD
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Tags: covid y contagio | odontología

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