Fatiga, visión borrosa y más: señales silenciosas que conviene no pasar por alto
La diabetes tipo 2 es una de las enfermedades crónicas más frecuentes en el mundo. A diferencia de otras afecciones que se manifiestan con síntomas claros y rápidos, esta forma de diabetes puede desarrollarse de manera silenciosa durante años. Sin embargo, prestar atención a ciertas señales del cuerpo puede ser clave para detectarla a tiempo y evitar complicaciones.
¿Qué es la diabetes tipo 2?
La diabetes tipo 2 es un trastorno metabólico que afecta la forma en que el cuerpo utiliza la glucosa (azúcar) como fuente de energía. En este tipo de diabetes, el cuerpo no produce suficiente insulina o no la utiliza de forma adecuada, lo que provoca un aumento de los niveles de glucosa en sangre.
A diferencia de la diabetes tipo 1 —que suele diagnosticarse en la infancia o adolescencia—, la tipo 2 aparece mayoritariamente en adultos, aunque cada vez se detectan más casos en personas jóvenes debido a estilos de vida sedentarios, sobrepeso y mala alimentación.
Las señales a las que hay que prestar atención
Muchas personas viven con diabetes tipo 2 sin saberlo, lo que retrasa el inicio del tratamiento y favorece la aparición de complicaciones a largo plazo. Estar atentos a ciertos síntomas puede hacer la diferencia. Algunos de los más comunes son:
✅ 1. Fatiga constante
Sentirse cansado o sin energía, incluso después de descansar, puede ser una señal de que el cuerpo no está procesando adecuadamente la glucosa.
✅ 2. Aumento de la sed y la frecuencia urinaria
El exceso de azúcar en sangre obliga a los riñones a trabajar más para eliminarlo, lo que genera deshidratación y mayor necesidad de orinar.
✅ 3. Visión borrosa
Los niveles altos de glucosa pueden afectar temporalmente la visión, generando una percepción borrosa o dificultad para enfocar.
✅ 4. Infecciones recurrentes
La diabetes debilita el sistema inmunológico, lo que facilita la aparición de infecciones frecuentes, especialmente en la piel, las encías o las vías urinarias.
✅ 5. Heridas que tardan en cicatrizar
La mala circulación y los niveles elevados de glucosa dificultan la curación de cortes o raspones.
✅ 6. Hormigueo o entumecimiento en manos y pies
Es un signo de daño en los nervios (neuropatía diabética), una complicación común cuando la enfermedad no se trata a tiempo.
Factores de riesgo que aumentan la probabilidad de desarrollarla
Si bien cualquier persona puede desarrollar diabetes tipo 2, hay ciertos factores que incrementan el riesgo:
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Tener sobrepeso u obesidad
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Vida sedentaria
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Dieta alta en azúcares y grasas
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Edad mayor a 45 años
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Antecedentes familiares de diabetes
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Hipertensión o colesterol alto
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Diabetes gestacional previa (en mujeres)
¿Cuándo consultar al médico?
Si experimentás alguno de los síntomas mencionados o tenés factores de riesgo, es recomendable realizar un análisis de glucemia en sangre y consultar a un médico clínico o endocrinólogo. El diagnóstico temprano permite iniciar un tratamiento adecuado y evitar complicaciones como enfermedades cardiovasculares, daño renal o problemas en la vista.
El tratamiento incluye generalmente cambios en el estilo de vida (alimentación, actividad física) y, en algunos casos, medicación o insulina.
La importancia del control y la prevención
La diabetes tipo 2 no tiene cura, pero puede ser controlada. Con buenos hábitos, seguimiento médico y educación en salud, muchas personas viven plenamente sin mayores complicaciones.
Cuidarte empieza por escucharte. No ignores las señales. Consultá a tiempo.
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