Coronavirus: Cuál es el riesgo de transmisión al salir a hacer actividades

persona espiando por la ventana
21 julio, 2020

Los casos de COVID-19 se dispararon en el invierno, especialmente en Buenos Aires pero también en otras zonas del país. Aunque las autoridades sanitarias insisten en mantener medidas de distanciamiento social, en la capital argentina muchos quieren dejar el aislamiento en el olvido,  tras más de 100 días de “cuarentena”. En este escenario, conviene saber a qué riesgo nos exponemos cuando salimos a hacer distintas actividades.

Si bien los estudios generalmente utilizan simulaciones que no son exactamente iguales a la vida real, los expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) señalan que los espacios cerrados donde hay mucha gente son, sin duda, las fuentes de mayor contagio. En este sentido, estadios cerrados para hacer deporte, restaurantes y bares donde no es posible usar máscaras, templos o iglesias donde se ofician misas o se canta y oficinas donde se hacen diversos trámites son escenarios aptos para la transmisión viral.

Al aire libre disminuye el riesgo

Se sabe que las gotitas con coronavirus que expelen las personas infectadas que tosen o estornudan pueden alcanzar a varias personas antes de caer al suelo (generalmente, a dos metros de distancia), y también pueden persistir en las superficies varias horas (hasta 16, según un experimento). Al aire libre, en cambio, las gotitas se diseminan rápidamente con el viento. En cuanto a las partículas más pequeñas, que se transmiten en forma de aerosol, pueden contagiar también, de modo que lo más seguro siempre es mantener distancia, usar tapabocas y lavarse las manos con frecuencia.

Los expertos subrayan que no hay que pensar en el riesgo de enfermar al salir de casa como todo o nada. Conviene sopesar qué riesgos se está dispuesto a asumir en forma individual, familiar y social a la hora de hacer cualquier actividad, tomando en cuenta el tiempo que insume y la posibilidad de contacto con otras personas. “El riesgo es un espectro. No sólo involucra la distancia sino también el tiempo que lleva y qué tipo de actividad se realiza. Es complejo, pero así es la realidad”, apunta el virólogo Muge Cevik, de la Universidad St. Andrews, en Gran Bretaña, quien trabaja en el cálculo de riesgo en diversas situaciones experimentales.

Los coros y los ensayos teatrales ofrecen una oportunidad para el contagio, ya que las gotitas del coronavirus salen expelidas más lejos cuando se habla en voz fuerte y alta.  Ir a un mercado cerrado con muchos clientes también es riesgoso, y por eso se aconseja abastecerse en almacenes de barrio donde entren uno o dos clientes por vez, o comprar en ferias al aire libre.

Ir al médico, más seguro que el supermercado

Aunque muchas personas temen consultar al médico o retrasan las consultas aún teniendo síntomas, los especialistas aseguran que no existe un riesgo alto al concurrir a centros hospitalarios, ya que se encuentran separados los circuitos de atención de pacientes con y sin COVID-19 y, además, el personal de salud hoy utiliza elementos de protección que garantizan, en la medida de lo científicamente posible, todo contagio. “Concurrir a un centro hospitalario es más seguro hoy que ir al supermercado”, asegura el cardiólogo Simón Salzberg, del Hospital Argerich.

Las peluquerías, en cambio, suponen un alto riesgo de transmisión viral, ya que los peluqueros que cortan el cabello están muy cerca de la cara de los clientes.  Es importante que los empleados y clientes usen máscaras, que atiendan a pocos clientes en forma simultánea (dando turnos espaciados), que aireen los ambientes y promuevan una permanencia corta en el salón.

Los gimnasios también representan un alto riesgo de transmisión, por eso se recomienda caminar o correr al aire libre en lugar de transpirar bajo techo. Los médicos aconsejan un paseo de media hora en un lugar verde o utilizar una bicicleta para ir al trabajo o a hacer las compras.

Reuniones grupales y viajes tendrán que esperar

Las visitas a amigos y las reuniones grupales tienen que seguir limitadas mientras dure la pandemia. En algunos países, se establecieron reglas sobre el máximo de personas juntas permitidas en diferentes etapas (10, 20, 50). Pero durante el pico invernal, los especialistas sugieren no hacer encuentros bajo techo, no sólo para no contagiarse de COVID-19 sino también de otras enfermedades respiratorias.

En temperaturas cálidas, poco a poco se habilitan bares y restaurantes con mesas afuera, siempre y cuando tengan 2 metros de separación entre sí. Los camareros y mozos deben usar igualmente máscaras y se recomienda la instalación de separadores de plexiglás entre las mesas.

Viajar en avión o en ómnibus durante varias horas es una de las actividades con mayor riesgo de contagio. Por eso, se deben usar barbijos en forma permanente y utilizar los baños lo mínimo posible.

Es preciso recordar que las personas asintomáticas también transmiten virus. Y aquellas que se enferman pudieron haber contagiado a otros 2 o 3 días antes de experimentar dolor de garganta, tos, fiebre o pérdida del olfato. La recomendación universal, por lo tanto, es mantenerse a 2 metros habitualmente de cualquier otra persona y usar una máscara sobre la nariz y la boca. Después de tocar dinero, es aconsejable frotar alcohol en gel en las manos. Y siempre se debe lavar durante 20 segundos las manos con agua y jabón al regresar al hogar.

PENSAR SALUD

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Tags: actividad física | covid y actividad física | covid y contagio | deporte

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