13 junio, 2017
La Dra. Denise L. Faustman está probando una vacuna de bajo costo que podría traer esperanza a millones que luchan con la diabetes tipo 1.
La investigadora del Hospital General de Massachusetts ha expresado públicamente que la BCG, una vacuna utilizada contra la tuberculosis que se aplica en humanos desde 1921, podría revertir los efectos mortales de la enfermedad.
“Ofrece por primera vez esperanza de que las personas con larga evolución de la enfermedad tengan beneficios a largo plazo”, dijo Faustman. “Y pensar que es debido a que un medicamento genérico de 100 años de edad, barato.”
Ensayos clínicos
Concluidas las pruebas en ratones y finalizada la Fase 1 -con un ensayo clínico en humanos exitoso-, Faustman puso en marcha un ensayo clínico Fase II de cinco años de uso de BCG en 150 personas de todo EEUU: «La BCG podría restablecer el sistema inmune a un estado normal”, añadió. “Ayudarle a volver a los niveles normales de azúcar en la sangre.”
La diabetes tipo 1, llamada diabetes juvenil, afecta a personas de todas las edades y puede conducir a la ceguera y ataques cardíacos fatales, así como virtualmente requerir amputaciones.
Hoy es un misterio por qué la diabetes produce agujeros en el sistema inmune del cuerpo, impide el funcionamiento del páncreas y produce la destrucción de las células productoras de insulina.
La posible respuesta al problema, según Faustman, es el bacilo de Calmette-Guerin (BCG) o vacuna BCG, que se utiliza en todo el mundo. La vacuna fue probada después de la Primera Guerra Mundial en el Instituto Pasteur de París.
Ahora se trata de trasladar la evolución de esa historia clínica de la BCG al laboratorio de Faustman en el Hospital General de Massachusetts.
Presentó su avance hace pocos días en San Diego, California, en las 77ª Sesiones Científicas de la Asociación Americana de Diabetes.
Faustman dijo que lo que la entusiasma sobre su hallazgo es que, mientras el costo del tratamiento de la diabetes tipo 1 se eleva permanentemente, la BCG se produce de manera fácil y económica.
Faustman espera que su prueba de aquí a cinco años muestre que el uso de BCG durante un largo período de tiempo ayudaría a “estabilizar” la progresión de la enfermedad. El uso de BCG “restablecería el sistema inmunológico a un estado normal”, explicó Faustman. No curaría la enfermedad, pero haría que sea manejable.
«La innovación estaba sentada delante de nuestros ojos”, expresó Faustman. Y fue hallada.
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