Lavarse las manos parece un gesto simple y cotidiano, pero es una de las medidas más efectivas para prevenir enfermedades infecciosas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que una correcta higiene de manos puede reducir en un hasta 50% la transmisión de diarreas y enfermedades respiratorias. Sin embargo, la mayoría de las personas comete errores sin darse cuenta, lo que limita la efectividad de este hábito.
En este artículo repasamos los errores más frecuentes y cómo corregirlos para lograr una higiene realmente efectiva.
Error 1: No lavarse en los momentos clave
El lavado de manos no es necesario solo antes de comer. Según la OMS, los momentos más importantes son:
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Antes y después de manipular alimentos.
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Después de ir al baño.
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Al sonarse la nariz, toser o estornudar.
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Tras cambiar pañales o limpiar a un niño.
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Luego de tocar superficies públicas (transportes, picaportes, dinero).
No hacerlo en estos momentos incrementa el riesgo de contagio de virus y bacterias.
Error 2: Usar solo agua
El agua sola no elimina los gérmenes de forma eficaz. Es necesario utilizar jabón, que rompe las membranas lipídicas de virus y bacterias. Durante la pandemia de COVID-19, múltiples estudios confirmaron que el jabón común es suficiente para inactivar el virus SARS-CoV-2.
Error 3: Lavar las manos por menos de 20 segundos
Un lavado rápido de 5 o 10 segundos no es efectivo. La recomendación de la CDC (Centers for Disease Control and Prevention) es frotar con jabón al menos 20 segundos, asegurándose de cubrir todas las superficies: palma, dorso, entre los dedos y uñas.
Error 4: Olvidar las zonas críticas
Muchas personas se concentran solo en la palma de la mano, pero los gérmenes se acumulan también en:
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Espacios entre los dedos.
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Dorso de la mano.
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Muñecas.
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Debajo de las uñas.
Un buen hábito es mantener las uñas cortas y limpias para evitar acumulación de microorganismos.
Error 5: No enjuagar bien ni secar correctamente
Dejar restos de jabón puede irritar la piel, y no secarse correctamente favorece la proliferación de bacterias. Lo ideal es secar las manos con toallas de papel descartables o aire caliente. Las toallas húmedas de tela pueden convertirse en reservorio de gérmenes.
Error 6: No usar alcohol en gel cuando no hay agua
El alcohol en gel (al 60-70%) es un sustituto eficaz cuando no hay agua y jabón disponibles. Sin embargo, muchas veces se subutiliza o se aplica en poca cantidad. Es importante frotar todas las superficies de la mano hasta que el producto se evapore.
El impacto de un buen lavado de manos
Un metaanálisis publicado en The Lancet Infectious Diseases (2021) mostró que la correcta higiene de manos reduce significativamente la transmisión de virus respiratorios, incluidos influenza y coronavirus, en entornos comunitarios y hospitalarios.
Se trata de un hábito simple, económico y accesible que salva millones de vidas cada año.
Conclusión
Lavarse las manos no es solo una costumbre de higiene, es un acto de prevención y cuidado colectivo. Evitar los errores más comunes y adoptar la técnica correcta es una de las formas más poderosas de proteger tu salud y la de quienes te rodean.
✨ En OSPAT promovemos la higiene de manos como una herramienta esencial de prevención. Recordá: tus manos limpias pueden salvar vidas.
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