Por qué los chequeos regulares pueden salvar vidas y cuándo consultar al urólogo
Aunque suele ser un tema rodeado de silencios y tabúes, el cáncer de próstata es una de las principales causas de muerte por cáncer en hombres en todo el mundo. La buena noticia es que, detectado a tiempo, tiene altas probabilidades de curación. La clave está en perder el miedo, informarse y acudir al médico.
¿Qué es el cáncer de próstata?
La próstata es una glándula del tamaño de una nuez ubicada debajo de la vejiga, cuya función principal es producir el líquido seminal. Con el paso del tiempo, especialmente a partir de los 50 años, pueden aparecer células anómalas que dan lugar al cáncer de próstata. En sus etapas iniciales, esta enfermedad no suele presentar síntomas, lo que hace que muchas veces se detecte en fases avanzadas, cuando el tratamiento es más complejo.
¿Por qué es tan importante la detección precoz?
La detección temprana del cáncer de próstata permite intervenir antes de que el tumor se disemine. Esto no solo mejora significativamente el pronóstico, sino que también amplía el abanico de tratamientos posibles, muchos de ellos menos invasivos.
Según datos de organizaciones internacionales como la OMS, la tasa de supervivencia a 5 años en casos detectados en etapas tempranas puede superar el 90%. Cuando el diagnóstico se retrasa, esta cifra se reduce drásticamente.
Estudios clave para la detección
Dos herramientas fundamentales permiten al médico detectar el cáncer de próstata a tiempo:
✅ PSA (Antígeno Prostático Específico)
Es un análisis de sangre que mide los niveles de una proteína producida por la próstata. Valores elevados pueden ser un signo de alerta, aunque no siempre indican cáncer (pueden deberse a infecciones u otras afecciones benignas).
✅ Tacto rectal
Es un examen físico que permite al urólogo palpar la próstata y detectar posibles anomalías en su forma, tamaño o textura. Aunque muchas veces genera incomodidad, es un estudio breve, indoloro y vital para la prevención.
La combinación de ambos estudios ofrece una imagen más precisa del estado de salud prostática y puede indicar la necesidad de estudios complementarios, como una ecografía transrectal o una biopsia.
¿Cuándo hay que consultar al urólogo?
La recomendación general es que los hombres comiencen a realizar controles anuales a partir de los 50 años. Sin embargo, si existen antecedentes familiares de cáncer de próstata (padre, hermanos), el control debe iniciarse a los 45 años.
Además, si se presentan síntomas urinarios como:
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Dificultad para orinar
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Flujo débil o interrumpido
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Sangre en la orina o el semen
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Dolor en la zona lumbar o pelvis
…es fundamental acudir al especialista sin demora.
Vencer el tabú: hablar, prevenir, actuar
La salud masculina aún arrastra una cultura de silencio que muchas veces retrasa los controles. La vergüenza o el desconocimiento no deben interponerse entre vos y tu bienestar. Hablar de salud prostática, naturalizar los chequeos y alentar a otros hombres a hacer lo mismo es parte del cambio que necesitamos.
¿Y si se detecta cáncer?
El tratamiento del cáncer de próstata varía según el estadio de la enfermedad, la edad del paciente y otros factores de salud. Las opciones incluyen:
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Vigilancia activa (en casos de tumores de crecimiento lento)
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Cirugía (prostatectomía)
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Radioterapia
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Terapias hormonales
Cada caso es único, y el acompañamiento médico adecuado es clave para definir el mejor camino.
Prevenir es vivir. Una consulta a tiempo puede marcar la diferencia.
Si tenés más de 50 años (o antecedentes familiares), hablá con tu médico. Y recordá que desde la app Hola Doctor podés acceder a profesionales que te orientan desde cualquier lugar.
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